Comprar el vestido de novia lleva mucho tiempo, planificación y mimo. Recorrer tiendas, ver catálogos, visitar páginas y páginas en internet. Buscar precios, ofertas, descuentos. Todo para que al final muchas mujeres terminemos cometiendo los mismos errores. ¿Te cuento cuáles son? Seguro no te sorprendes.
1. ¿El vestido de tus sueños? No existe
Un vestido perfecto, si. Pero el de nuestros sueños, no creo que lo encontremos como tal. No como el que soñabas de pequeña, y mucho menos como el que vimos puesta en aquella perfecta modelo de pasarela y que creemos que nos sentara como un guante. El vestido perfecto está ahí esperándonos, pero para encontrarlo nos tocara caminar, recorrer tiendas y olvidarnos de toda idea preconcebida. Ir con una mentalidad abierta nos ayudara a ser capaces de abrirnos a nuevas opciones, es posible que nuestro ideal este esperando a encontrarse con nosotras. No te desanimes y sigue buscando. Una percha más ya casi estás.
2. Cuando empezar a buscar? es bueno hacerlo pronto?
Una boda se suele planificar con tiempo y con calma, sobre todo si no tienes pensado casarte de forma exprés, el tiempo que pasa desde la pedida de mano y la boda suelen ser muchas veces muy distantes, espera a tener una fecha fija y a ser posible también confirmar el espacio de donde quieres celebrarlo.
3. No esperes demasiado tiempo. Puede ser tarde.
Lo correcto sería que empecemos a buscar nuestro vestido perfecto unos doce meses antes de la boda, para que tengamos tiempo de mirar con tranquilidad, poder considerar precio, ver las nuevas temporadas y planificar los ajustes necesarios. Los encargos de última hora suelen ser más costoso y seguro que nos quedamos con el vestido que menos gracias nos hace.
4. Presupuesta el vestido incluyendo todas sus modificaciones
un gran error que solemos cometer las novias con la emoción del momento, ya lo tenemos y me encanta, a la hora de presupuestar el vestido es incluir tanto los arreglos como los complementos. Luego nos agarramos la cabeza, las novias somos más que un traje entra en juego el velo, las joyas, el calzado, la lencería, corsetería e incluso las medias. El presupuesto destinado debe incluir los accesorios y el precio de las modificaciones finales en el traje.
5. Confía en la opinión de las expertas
Aunque nos cueste pero la opinión de otra persona nos ayudara. Por expertas nos referimos tanto a la diseñadora como a tu círculo de confianza. Un círculo pequeño, eso sí, a veces menos es más lo más reducido posible: la complicada tarea de elegir vestido de novia se multiplica por dos si escogemos a las personas inadecuadas. Elige a unas pocas personas, que te den una opinión sincera.
6. Olvídate de las tallas.
Esa sensación de pánico, de catástrofe mundial que sentimos al pedir un talle mas es algo por la que tedas pasamos, no es nueva. Los diseñadores no tienen un tallaje estándar, y hablamos de alta costura cuando decimos novias. Por lo tanto olvídate de las etiquetas, de los números, todos los vestidos necesitan modificaciones no solo el nuestro.
7. Mejor es diez que siete.
Nuestra regla de oro siempre tiene que ser es mejor que sobre a que nos falte. A la hora de hacer modificaciones es más sencillo cortar que agregar.
8. Cabeza fría.
Ten especial cuidado a la hora de hablar de patrones y tejidos. No todo nos queda bien, y no es por ser gordita o flaca simplemente porque ese vestido no nos favorece. Tules, gazas, rafia, seda. Otoño, invierno, primavera, verano, que decisión, ¿moverme con este será fácil? ¿Será cómodo?, no olvides que sentarse, bailar, correr, sudar, ir al baño también forman parte de nuestro día. Escoge teniendo en cuenta tu comodidad.
9. Fotos en las pruebas
Decidir es algo muy complicado para nosotras y mucho más en algo tan importante, y más si centenares de ojos estarán sobre nosotra el día de la boda, por eso asegúrate de llevar el móvil bien cargado. Pide a algunas de tus acompañantes que te fotografíe de todos los ángulos posible, antes de dar el visto bueno. Aunque nos parezca perfecto nuestro precioso escote, es importante también que nuestra espalda se vea igual de bien, no te olvides de los bajos que sea largo no quiere decir que tenga un largo irregular.
10. Pide credenciales
Conocer bien que nos ofrece la persona o el taller que va a crear nuestro vestido es fundamental. Asegurarnos que conocemos su currículo al margen de quien es el diseñador. Pagaremos por un diseño que cosera otra persona. Es bueno conocer quienes intervienen en la confesión de nuestro vestido, si no cumplen con nuestra expectativa es posible que terminemos pagando un precio más elevado al final.
Ir detrás de la comodidad, elegancia, a un buen precio es posible. Solo mira, camina, y nunca des el sí a primera. El vestido perfecto nos espera es solo cuestión de tiempo.